La jornada del domingo

Como si de una competición liguera se tratara, el pasado domingo 30 de mayo los Perdedores salimos cada uno por nuestra cuenta a dar una vueltita en bici… que en algunos casos fue algo más. De manera que al más puro estilo Carrusel Deportivo (o Tiempo de Juego) en esta entrada narraremos el minuto y resultado en los diferentes campos por los que se distribuyó la actividad ciclística perdedora.

Sergio y su familia participaron en la jornada adelantada al sábado dando la vuelta el embalse de La Pinilla, un recorrido que intenté hacer sin éxito a finales de verano de 2020 resultando en un motín familiar. Sergio lo hizo bien y disfrutaron de lo lindo del recorrido.

 

 

Tomo nota para futuras excursiones familiares. Hay que hacerlo en sentido antihorario.

 

 

También El Bombi salió en bici el sábado para darle una «vueltita larga» al embalse de Valmayor. Más de 60 kilómetros entre pecho y espalda.

 

 

Ya el domingo, de los más tempraneros en anunciar minuto y resultado fue Juancar que a las 9:30 ya se había tomado el segundo desayuno tras recorrer casi 40 kilómetros a una media de casi 20 Km/h. Un tentempié muy merecido, sin duda.

 

 

El primo Christian salió con los «zorros bikers» por Olmeda, descubriendo un paraje impresionante que no tenía catalogado a pesar de estar relativamente cerca de su casa. La ruta, de 56 kilómetros con mucha senda, seguro que merece la pena.

 

 

El Bombi hizo doblete y el domingo también cogió la bici, esta vez para dirigirse hacia el norte en vez de hacia el sur en una ruta con menos kilómetros pero más desnivel.

 

 

Y si la fortuna lo hubiera querido pudo haberse encontrado con Jaime y Ángel ya que rodaron por la misma zona.

 

 

Aunque, como veis en esta última imagen, Jaime tuvo que abandonar tras 16 kilómetros al romper la patilla por segunda vez en pocos meses. ¿Qué le pasará a la bici de Jaime?

 

 

Un servidor tuvo el gusto de recorrer caminos de Las Navas del Marques después de ocho meses.

 

 

Apenas fue un paseo, pero qué bien me sentó. Y qué raro se me hizo utilizar la rígida de aluminio de 26″… al menos los primeros kilómetros porque enseguida volví a hacerme a ella. Fui despacio a propósito, admirando el pinar.

 

 

Y para terminar, el colofón. El rutazo que se marcó Miguel en Galicia. Ya el año pasado nos deleitó con recorridos que despertaban nuestra envidia más maligna y este año pinta igual o mejor. A ver si se anima a escribir la crónica de esta ruta porque sin duda merece la pena.

 

 

Y los datos hablan por sí solos, superando la barrera de los 1000 metros de desnivel positivo en 50 kilómetros.

 

 

Este vídeo «te mete» en la ruta. Menudas vistas, menuda frondosidad… y menudo anuncio 😁.

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