El tiempo pasa volando cuando uno se divierte, parece mentira. Hace ya la tira de años que los Perdedores BTT comenzamos a compartir nuestras aventuras (y desventuras) en este blog con una sencillísima reseña sobre una ruta que hicimos en El Pardo. Anda que no ha cambiado las cosas desde entonces. Hemos cambiado nosotros, ha cambiado el material que utilizamos y ha cambiado el tipo de rutas que hacemos. Pero creo que el denominador común persiste, que es lo importante: el sentido del humor y de la amistad.
Sin pretender ser empalagoso, que veo que mi última frase rezuma dulzor, vamos a repasar un poco en esta entrada quienes somos, de donde venimos y a donde vamos. Va a ser, por lo tanto, una entrada introspectiva y de mirarse al ombligo, no lo niego. Hay que dedicarse tiempo a uno de vez en cuando, que solemos ir atropellados por la vida.
A quien venga de nuevas a leer el blog le puede servir nuestra cabecera como declaración de intenciones, como carta de presentación:
«No somos los más rápidos, ni los más técnicos, ni los que mejor suben, ni los que mejor bajan, ni los que más kilómetros hacen, ni los que más pulsaciones alcanzan, ni los que mejores bicicletas tienen, ni los que más entrenan, ni los que mejor saltan, ni los que mejor derrapan, ni los que mejores caballitos hacen, ni los que mejor pasan por trialeras, ni los que mejor vadean ríos y arroyos, ni siquiera los que mejor se toman las cañas de después. Somos todo lo contrario, somos diferentes, somos Perdedores.»
Pero en esas pocas líneas es complicado recoger todo lo que el «perdedorismo» representa (aires de grandeza, vaya). Vamos, por lo tanto, a empezar contando cómo se formó este grupo de amigos aficionados al ciclismo de montaña porque es un hecho que cada uno venimos de nuestro padre y de nuestra madre.
Los orígenes de Perdedores BTT
No voy a remontarme a cuándo le viene la afición a cada uno para no aburrir más de la cuenta. Diré que circunstancialmente Sergio Ludeña (Lude) y yo nos conocimos por ser nuestras parejas vecinas, amigas y por entonces compañeras de trabajo.
Empezamos a hablar de esta afición en común que teníamos en un bar de la calle Toledo de Madrid un viernes por la tarde que fuimos a buscarlas a la salida del trabajo (me acuerdo como si fuera ayer). Ambos teníamos la práctica del ciclismo de montaña bastante abandonada, ciertamente, y encontramos buenos aliados para retomarla.
Yo tardé en volver a subirme encima de la bici más que Sergio, lo reconozco. que junto a Jesús (su cuñado, hermano de su novia) y Raúl, por entonces novio de otra vecina (todo queda en el mismo bloque de viviendas del barrio de Las Águilas de Madrid) empezaron a salir de ruta todas las semanas.
Sergio usaba su antigua bicicleta de montaña de Decathlón pre-Rockrider, Jesús se compró una Rockrider 5.2 y Raúl se compró una Orbea Sport (si no recuerdo mal). Bicicletas sencillas y baratas que cumplieron con su cometido más que de sobra. Yo tardé un poco más en unirme pero lo hice recuperando mi vieja Conor MTB3s del año 1994 con cuadro de acero, horquilla rígida y 21 velocidades. Y las pasé canutas porque mi estado de forma era muy, muy lamentable. Pablo, que compró una BH en El Corte Inglés que a día de hoy sigue usando como bicicleta principal, y su hermano José Ángel se unieron al grupo.
El Bombi, también amigo desde el colegio se compró una bici nueva. Una Conor que estuvo llena de barro desde el primer día. También otros amigos de Las Águilas se animaron, de manera que cuando quisimos darnos cuenta teníamos un grupo bastante aceptable de amigos (antes que ciclistas) que salíamos a montar en bici todos los fines de semana. Posiblemente fuimos el típico caso de gente que llegando a cierta edad prefiere tomarse unas cervezas por la tarde y acostarse a una hora relativamente decente y disfrutar de la mañana del sábado o del domingo para hacer algo de ejercicio.
Poco tiempo después fui asignado por la compañía para la que trabajaba a un proyecto de RENFE.
Allí conocí a Jaime (Santos), Miguel y Juancar. Los tres grandes deportistas. Progresivamente les fue entrando el gusanillo del ciclismo de montaña.
Posiblemente Jaime fuera el primero. Él me inculcó la afición por la pesca y yo hice lo mismo con él con el ciclismo.
Recuerdo que una vez nos intercambiamos material: un vadeador de neopreno por un grupo Shimano Deore. Ambos salimos ganando. Era para montarle a su novia, Susana, la primera perdedora ilustre, una bici en condiciones para salir juntos de ruta en su pueblo, Losar de la Vera.
Él, por su lado, se preparó una excelente bici a la carta con un cuadro RCZ y horquilla REBA que daba gloria verla. Juancar era ciclista de carretera, futbolista y runner. Dio el salto al ciclismo de montaña con una Mondraker muy apañada que poco a poco fue mejorando hasta quedarse el cuadro por debajo del nivel de los componentes (paradoja). Y Miguel le quitó el polvo a su antigua BH Top Line (que años después me regaló) pero tardó poco en mejorar porque compró una Corractec preciosísima que siempre me ha gustado infinito.
Con un servidor como nexo de unión, el grupo de amigos de Las Águilas y los compañeros de trabajo de RENFE comenzamos a salir todos juntos en bici porque cuantos más, mejor (al menos yo soy de esa opinión). Se crearon nuevos lazos de amistad hasta el punto de que ambos grupos quedaron consolidados en uno solo. Pero aún no existía «Perdedores BTT» como tal.
¿Por qué «Perdedores BTT»
Siempre me ha gustado escribir por varios motivos: me relaja, me gusta dejar constancia escrita de los hechos que me (o nos) acontecen a modo de diario y me gusta recibir elogios porque en el fondo soy un vanidoso como el famoso Ramón de Pitis, sería hipócrita negarlo. Siendo que me gusta la bici y me gusta escribir…sumando dos mas dos era cuestión de tiempo que acabara creando un blog de ciclismo de montaña.
Pero había que darle un nombre y me puse manos a la obra. No me pegan en absoluto los nombres épicos, como (me los invento, pero seguro que existen. No se me ofendan, por favor) «Los Guerreros del Pedal» o «Los Titanes sobre ruedas» porque creo que hay que estar a la altura del nombre y ese tipo de nombre ponen el listón muy, muy alto. Si fuéramos americanos tal vez hubiéramos optado por un nombre así por puro flipadorismo, pero siendo gente humilde… no.
Por entonces Miguel y yo bromeábamos con un personaje ficticio, un posible «alter ego» imaginario que era un desastre al que le salía todo mal. Un perdedor en toda regla que daba vergüenza ajena. Y pasábamos mucha risa imaginando a este personaje (nosotros, tal vez, en una realidad paralela) pasando penurias y compartiendo situaciones imaginarias en largas sesiones de chat. Fue recurriendo a este personaje donde encontré la inspiración para bautizar al blog porque, aunque en la vida nuestra forma de conducirnos es prácticamente intachable, encima de la bici «pasan cosas» que escapan a nuestro control. Y siendo que nosotros somos los primeros en reírnos de nosotros mismos y que tener las expectativas bajas es una buenísima forma de no llevarse desilusiones… Perdedores BTT es perfecto.
BTT es de Bicicleta Todo Terreno, por si algún despistado no lo sabe.
Pero también necesitábamos un logotipo que fuera fácilmente identificable y que llevara implícito el espíritu perdedor del grupo. Un monigote llorando sería perfecto. ¿Recordáis la serie de «El Mentalista»? me vino a la cabeza la pintada con la que el malísmo John el Rojo marcaba las escenas de sus crímenes. Mi cuñada Miriam, diseñadora, en base a mis especificaciones pinto exactamente lo que tenía en la cabeza. El que a día de hoy sigue siendo el icono de los Perdedores.
Trayectoria y presente de Perdedores BTT
Así fue como poco a poco el grupo se fue consolidando. Algunos se quedaron por el camino, como Dani y Chema, dos buenos amigos de Miguel que al principio solían apuntarse a las rutas pero que por diversos motivos tuvieron que dejar de hacerlo. O como un compañero de trabajo de José Ángel que era arquitecto y que era buen chaval pero hablaba por los codos. O como otros tantos amigos a los que los compromisos familiares fueron privándoles del tiempo necesario para escaparse un rato el fin de semana a dar pedales por el monte.
Llegando el fin de semana organizábamos la quedada. Casi siempre era yo el que convocaba por ser, como decía antes, el nexo de unión entre los dos grupos que conformaron inicialmente Perdedores BTT y por ser, además, de naturaleza despierta e inquieta. Muchas veces, la mayoría, salíamos por la Casa de Campo de Madrid. De vez en cuando entre Móstoles y Navalcarnero y muy raramente subíamos a la sierra. Era una primera etapa apasionante de re-descubrimiento de este deporte. Pero los niveles de forma física eran muy dispares. Recuerdo vomitar en casi todas las rutas que hacíamos y no ser capaz de completar una subida a Garabitas (un cerro de la Casa de Campo) hasta la tercera o cuarta salida. Un desastre. También fue esta una etapa de descubrir la mecánica, el trasteo y el síndrome de «biciógenes».
Empezamos a jugar a cambiarle piezas a las bicis, a mejorarlas cambiando este o aquel componente y finalmente a montar bicicletas completas a base de piezas de segunda mano. Esto supuso un salto cualitativo porque nos fuimos haciendo con material de categoría. A veces por encima de nuestras necesidades, sin duda, pero siempre hemos entendido que este deporte no solo se disfruta saliendo a montar en bici, también hablando de él, leyendo, viendo vídeos y jugando a ser mecánico.
Hubo momentos de crisis, claramente, etapas en las que era muy difícil que nos juntáramos más de dos para salir juntos en bici. Dos ya era un logro, de hecho. El blog solo tiene 10 entradas en todo 2016. Por algo será, tampoco nos vamos a poner a analizar los motivos. Lo que sí ha sido una constante desde hace años es la celebración de la BiciCoa, el día que nos juntamos en mi casa de Ávila para hacer una ruta en bici y luego una barbacoa.
La primera fue en 2014 y solo se ha dejado de celebrar por culpa de la pandemia. Como primera curiosidad diré que hay dos amigos, el Bombi y Raúl, que han corrido en todas las ediciones, cosa que no puedo decir de mí mismo porque en 2018 me operaron de apendicitis y no pudiendo hacer esfuerzos no pude coger la bici. Como segunda curiosidad diré que Raúl ha corrido todas las veces con una bicicleta distinta, tócate las pelotas.
A día de hoy esperamos con ilusión que llegue el buen tiempo para planear la BiciCoa porque no solo acudimos los ciclistas, también las familias hasta el punto que en esta última edición de 2022, habiendo tantísimas ganas de juntarse después de las restricciones, se pudo ir un poco de las manos.
Durante estos 10 años se ha ido incorporando gente al grupo. Pero no cualquier gente, no te creas. No es Perdedores BTT un grupo «abierto» para todo el mundo. Han sido siempre viejos amigos o amigos de estos. Y siempre gente amable y divertida. Que disfrutan de una buena conversación durante la ruta y de las cervezas de después, que no van a hacer el mejor tiempo en Strava, que respetan a los demás ciclistas y entienden este deporte más o menos en la misma línea que el resto de nosotros. Es así como se fueron uniendo Jaime, Ángel, Néstor, Javi, Jorge, Gualter, Natalia y mi primo Christian. Todos personajes de primer nivel y perdedores por derecho propio.
Me atrevo a decir sin temor a equivocarme que Perdedores BTT a día de hoy goza de buena salud. Hemos evolucionado bastante como ciclistas, alcanzado una madurez que nos permite afrontar retos que hace años ni se nos hubieran por la cabeza, como la ruta Leganés-Toledo que hicimos hace unos meses (primavera de 2022). Lo que no hemos hecho y seguiremos sin hacer es inscribirnos a carreras populares. Lo más cerca que estuvimos de hacerlo fue cuando corrimos la Talajara en 2019 y bueno… no es que fuera un suplicio pero tampoco fue la experiencia más gratificante del mundo.
El futuro de Perdedores BTT
Como decía, puesto que el grupo está bien avenido y nos une más una amistad que una afición en común le barrunto muchos años más de vida a Perdedores BTT. También ayuda a que no siendo esto un club «al uso» nadie se siente obligado a participar de las salidas en bici. Se convoca y quien se quiera apuntar se apunta y quien no… pues a la siguiente tal vez. Y seguiremos proponiendo retos, el próximo consiste en hacerse completa la vía verde del Tajuña para completar un recorrido de 100Km. También tenemos en mente hacer Guadarrama-Segovia y comernos un buen asado allí una vez lleguemos pero este reto aún no tiene fecha y hay que pulir muchos detalles logísticos.
Es posible que en un futuro no demasiado lejano se nos una algo de progenie, que ya van teniendo edad para seguirnos el ritmo (que tampoco es nada del otro jueves). Estará bonito hacer una ruta con ellos y ellas que no sea carril bici.
No descarto tampoco una escapadita de fin de semana con alforjas, actividad muy recomendable y muy de moda. Ahora que los hijos van creciendo va siendo más fácil disponer de un par de días libres para montar el transportín y echarse a los caminos.
Mirando más a futuro… ¿Vendrán las ebikes? Casi seguro que sí, pero todavía queda. Ya sabéis que es raro que en un grupo medianamente numerosos todos estén de acuerdo sobre un tema tan polémico sobre el uso de un motor para ayudar a mover una bici. Yo, personalmente, ya me cuido mucho de decir «de este agua no beberé» porque despotricaba mucho de la imposición mercantil de comprar una doble de carbono en rueda de 29″ y ahora tengo una y estoy encantado de la vida. Tengo claro que seré usuario de ebike, más aún tras haber probado la Orbea Rise en la última edición de Festibike, pero todavía quedan muchos años para eso.
Momentazos
Como podréis imaginar estos diez años han dado para atesorar una cantidad ingente de momentos dignos de ser recordados. Han sido muchas rutas, muchísimas. Y muchas vivencias.
Revista Bike
He seleccionado apenas unas pocas, como cuando salimos en la revista Bike, en la sección de clubes. Compro la revista desde hace muchos años y me hizo especial ilusión. Es cierto que Raúl conoce personalmente a uno de los editores, pero… qué quieres que te diga, ahí estamos.
Esas caídas…
Otro momento… o mejor dicho, «momentos» en plural, fueron las sucesivas caídas de Jaime en su iniciación al ciclismo de montaña. Madre mía, qué manera de restregar el lomo contra el suelo. Le recuerdo tres especialmente dolorosas: la primera, en la BiciCoa de 2019, su presentación en sociedad. Otra, la de la foto, donde podemos ver a la víctima siendo socorrido por Sergio en una ruta preciosa que hicimos por los alrededores de Guadarrama. Y la tercera poco después en un sendero entre Zarzalejo y Valmayor. Caída en roca viva, tela marinera. Pero ahí está el tío, posiblemente el que más kilómetros haya hecho de todos nosotros en 2022.
Rutas nocturnas
Nos encantan las rutas nocturnas. Recuerdo con mucho cariño la primera que hicimos, entre Móstoles y Navalcarnero, una de nuestras rutas habituales (aunque hace tiempo que no la hacemos). Poco antes de que nacieran los hijos de Miguel organizamos una ruta nocturna entre Colmenar Viejo y Manzanares el Real que posiblemente no olvidaremos. Además de juntarnos un buen número de amigos el clima acompañó y como aún había restricciones de horarios en vez de acabar en un bar nos llevamos de comer y de beber y nos preparamos una comilona nocturna comentando los mejores momentos de la ruta que fue incluso mejor que la ruta. Momentazo sin duda.
Maillot personalizado
Y no puedo dejar de nombrar el regalazo que me hicieron en 2016. Encargaron la confección de Maillots de perdedores para todos. Lágrimas como fundas de guitarra resbalaron por mis mejillas al recibir de parte de Sergio el mío. La idea hubiera sido haberlos tenido listos para la BiciCoa de ese año, pero no llegaron a tiempo. Hubo que esperar a la del año siguiente. Perdedorismo en estado puro.
Tráfico del blog
Y una última curiosidad. ¿Por qué recibiremos tanto tráfico de Alemania y de Estados Unidos? Ni idea.
¿Queda Perdedores BTT para otros tantos años? Yo creo que sí. Habiendo ilusión, piernas y caminos tened por seguro que habrá bicicletas de por medio. Ya sean tradicionales o eléctricas. Tal vez tengamos que fundar ePerdedores eBTT… Vete a saber. También espero que si seguimos estando sigáis leyendo, que así me pongo contento.
Vamosssss Perdedores BTT !!!! , somos un grupo de PM. Como diría Humungus en Mad Max II versión BTT, ya ha habido demasiado dolor, demasiado postureo , nadie esta libre de pecado. Nos vemos en los bares. Pableras.
Qué grandes!…
Ahora por fin se lo que significa BTT!
Por cierto., rutas en bici, blogs, níscalos… Mucho tiempo libre tiene el autor del blog eeeh 😉