El otro día mi amiguete malagueño Álex (que se pega buenas palizas porque sus amigos y él se están preparando para correr los 101 KM de ronda) me envió un vídeo que además de hacerme mucha gracia me hizo pensar si no se nos estará yendo de las manos el uso de la tecnología y las redes sociales aplicadas al deporte en general y al ciclismo de montaña en particular. Ciclismo y Strava, vaya dupla.
Strava es una aplicación GPS para móviles que permite grabar la información de nuestro recorrido y compartirla con nuestros amigos al instante. Este vídeo recrea, de forma exagerada (o no tanto), el comportamiento de los ciclistas de montaña antes y después de la existencia de Strava.
El afán de superación es intrínseco en nuestro deporte. También tienen su gracia los piques con los amigos y si optamos por competir una de estas aplicaciones puede sernos de gran utilidad. Pero nunca perdamos de vista lo verdaderamente importante: divertirse en nuestras rutas (más aún si salimos con amigos) y ser solidarios con los demás usuarios de los caminos.
Si bien la técnica ha avanzado en las últimas décadas a pasos agigantados la esencia del ciclismo de montaña es la misma… Y ahí está la gracia. Ciclismo y Strava, pero de manera controlada.