¿Cómo ajustar los frenos de la bicicleta? Si bien fueron los reyes indiscutibles durante años lo cierto es que hoy en día los frenos V han quedado relegados a bicicletas infantiles o de adulto pero de bajísima calidad. A mí, personalmente, siempre me han gustado por potencia de frenado, a años luz de sus predecesores, los frenos «cantilever» y por lo sencillo de su ajuste y mantenimiento.
Las indiscutibles ventajas de los frenos de disco dejaron obsoletos este tipo de freno a llanta, pero aprovechando una serie de tareas de mantenimiento que me he ofrecido a realizar en la antigua bicicleta de Jaime he tomado fotos y grabado algún vídeo para compartir en esta entrada cómo se realizaría el ajuste de estos frenos. Espero que sirva de ayuda a algunos usuarios.
Huelga decir que es muy importante, como en cualquier freno a llanta, que la rueda esté bien centrada. De lo contrario no será posible hacer un ajuste fino del freno. Siendo el caso, es muy sencillo dejar los frenos a punto.
En el siguiente vídeo vemos cómo el freno de la rueda delantera bloquea.
Si nos fijamos veremos que es la zapata del lado derecho la que está rozando la rueda. Disculpad la suciedad de la bici 😏
Los frenos V tienen un tornillo para tensar el muelle que tira de la leva hacia el exterior. A veces es un tornillo allen, otras un tornillo con cabeza phillips (de estrella).
Si lo insertamos, presionaremos forzaremos al freno hacia el exterior separando la zapata de la llana y corrigiendo el problema.
Pero tras realizar esta acción vi que el problema no era de tensión desigual entre ambas levas sino de colocación de la zapata. Esta tocaba la cubierta y esto es bastante peligroso porque en una frenada fuerte podemos provocar un reventón.
Es necesario recolocar esa zapata. Por comodidad «desacoplo» ambas levas. Estas van unidas por la parte superior con un brazo articulado que engancha un «macarrón» metálico con un tope. El cable va por dentro de este macarrón y en su salida queda apresado por el tornillo de la parte superior de la leva izquierda.
Uniendo con las manos ambas levas (como si frenáramos) podremos liberar el extremo del macarrón de su lugar.
De esta manera podemos colocar las zapatas con comodidad.
Para modificar la posición de la zapata tenemos que actuar con una llave allen (creo que del 6) sobre esa tuerca que podéis ver en la siguiente imagen.
No sacaremos la tuerca completamente, solo abriremos un poco para poder modificar la posición manualmente con facilidad.
Para dar con la posición correcta, presionaremos la leva contra la llanta presentando la zapata correctamente contra la llanta. Sujetando el conjunto con una mano, apretaremos la tuerca de la zapata con la otra.
Los anteriores son los pasos para un ajuste puntual de los frenos si por el motivo que sea se ha perdido el ajuste inicial. Así quedó la rueda tras esta operación.
Una instalación completa no es mucho más compleja. Conociendo los pasos anteriores, ajustar ambas levas en conjunto es sencillo.
Si vamos a colocar las levas en el cuadro o la horquilla debemos de saber que si tenemos tres opciones para colocar el saliente del muelle es para dar más o menos tensión al msimo. La posición más alta otorgará más tensión.
Sacaremos todo lo posible la rueda reguladora de tensión de la maneta de freno.
Con las zapatas correctamente presentadas, como hemos visto en pasos anteriores, juntamos las levas entre sí con las manos como si quisiéramos frenar la rueda.
En esta posición tensamos el cable desde su extremo libre y lo sujetamos con el tornillo prisionero que previamente hemos aflojado un poco, lógicamente, para que el cable corriera.
Si lo hemos hecho bien, la rueda debe de quedar bloqueada. En este punto actuamos sobre la tuerca de la manera para introducirla poco a poco hasta que la rueda gire libre.
Al final se trata de jugar con la tensión del cable y de las levas y la colocación de las zapatas. Encontrar el equilibrio justo para que no existan roces es la clave y sabiendo para qué sirve cada tornillo o tuerca es fundamental.