La idea era dar la vuelta a Valmayor en MTB. Y vaya ruta chula nos quedó.
¿Os ha pasado alguna vez que no os apetece levantaros de la cama para salir a montar en bici? Bien porque hace frío, bien porque es muy temprano… O porque parece que va a llover, porque no te apetece vestirte de ciclista, meter la bici en el coche y tirarte un buen rato conduciendo hasta donde has quedado con los amigos.
Pero aún así lo haces. Te levantas porque sabes que al final te va a merecer la pena. Tal vez pases frío o te mojes. Tal vez, como me pasó a mí en esta ocasión, acabes con una pájara de las buenas, pero te lo vas a pasar en grande. Y por eso te levantas de la cama y te vistes de ciclista.
Precisamente el día anterior a la ruta no teníamos nada claro si podríamos celebrarla. La previsión meteorológica daba mucha probabilidad de lluvia y decidimos que al día siguiente madrugaríamos y en función de cómo viésemos el tiempo haríamos la ruta o no.
Apenas pudimos ver el cielo, de hecho, por la cerrada niebla con la que amaneció el domingo. Pero no llovía así que El Bombi, Jesús, Raúl y un servidor decidimos acercarnos a la Renfe de Las Zorreras para ver si aguantaba sin llover y podíamos hacer la ruta.
El embalse de Valmayor se encuentra entre Galapagar, Collado Villalba Valdemorillo y El Escorial. Por suerte El Bombi conoce muy bien aquella zona y variamos el recorrido grabado en el GPS (descargado de Wikiloc) para recorrer unos 20 Km de senderos que nos supieron a gloria. Siempre demando senderos en las rutas. Me parece la parte más divertida de este deporte. Seguro que muchos estaréis de acuerdo conmigo.
La segunda parte de la ruta se realiza por pista y algunos kilómetros por carretera. En un descenso sencillo Jesús tuvo la mala suerte de meter la rueda en una rodera de agua y se cayó. El casco hizo su trabajo y no hubo que lamentarse. Pudo continuar la ruta con algunos rasguños y el orgullo ligeramente herido (ligeramente porque caernos entra dentro de nuestro día a día como buenos perdedores).
Llegando al tercer cuarto de ruta empezó mi particular infierno. Después de un verano de inactividad ciclistica los 40 km de ruta propuestos por El Bombi se me hicieron cuesta arriba. Más aún cuando la parte final de la ruta es precisamente cuesta arriba.
Acabé pidiendo la hora, ciertamente, si me permitís aplicar el término futbolístico. Llegué de vuelta a la estación de Las Zorreras encima de la bici… Pero al bajarme no podía mantenerme en pie de lo vacío que estaba. Y eso que había estado comiendo y bebiendo razonablemente durante la ruta.
Como podéis ver la ruta no resulta especialmente dura. Lo que es seguro es que la repetiremos porque puedo aseguraros de que es una de las más divertidas que he hecho nunca.