Desde hace tiempo hacemos varias veces al año una ruta de MTB desde Móstoles a Navalcarnero recorriendo parte de la Vía Verde del Guadarrama. Solemos salir desde el Soto de Móstoles aunque en ocasiones hemos salido desde Villaviciosa de Odón añadiendo algunos kilómetros extra a la ruta.
En la primera parte llegamos hasta el río Guadarrama por el carril bici que sale del parque del Soto. Desde hace poco más de un año este tramo ha sido acondicionado y al ser ligeramente cuesta abajo permite alcanzar una buena velocidad sin apenas esfuerzo.
Para cruzar el río existe un antiguo puente metálico que en su momento utilizara el tren. No hace mucho cruzarlo requería cierta maña pues la plataforma de paso apenas medía un metro de ancho.
Por suerte ha sido reformado permitiendo utilizar todo su ancho y ganando, evidentemente, en seguridad.
Tras cruzar el río giramos a la derecha y rodamos en paralelo al mismo durante varios kilómetros. En todo momento los caminos son anchos y salvo en verano es frecuente encontrar grandes charcos y arroyos que vadear.
A la altura de una circuito de saltos de motocross en desuso giramos a la izquierda para afrontar una fuerte rampa, algo rota dependiendo de la época del año, que nos pone en dirección oeste.
Hacia la mitad de este tramo en dirección Oeste se abre un camino a la izquierda.
En una ocasión Raúl y yo en un arrebato exploratorio decidimos ver a dónde conducía. Tras una rápida bajada seguida de su correspondiente subida llegamos a las inmediaciones de una casa de campo. Un par de perros salieron a nuestro encuentro desde cerca de doscientos metros de distancia. Nos dio el tiempo justo para dar la vuelta a las bicicletas y salir pitando… pero me dieron alcance. No era capaz ni de encajar la cala en el pedal ni de quitar el plato pequeño (habíamos llegado subiendo, como dije).
Nunca he pasado más miedo encima de la bici como durante esos segundos haciendo el molinillo con un perro a cada lado de la bici ladrándome como locos. Raúl trataba de asustarlos con insultos, detalle muy gracioso a día de hoy, pero no funcionó. Al final los perros nos dejaron ir al ver que salíamos de sus dominios.
Llegando a las afueras de Sevilla la Nueva giramos de nuevo hacia la izquierda para poner dirección a Navalcarnero. Este tramo nos ofrece la única zona técnica de la ruta. Una bajada de pocos metros pero realmente empinada, con surcos en el piso provocados por el agua y con varios giros cerrados. Teniendo tacto con el freno se pasa sin demasiada dificultad pero siempre existe la alternativa de seguir por el camino de la derecha que va a parar al mismo punto.
Tras cruzar la carretera M-600 en un par de ocasiones para poder seguir rodando por camino llegamos al silo de Navalcarnero a partir de aquí recorremos hasta el final la Vía Verde del Guadarrama para volver al Soto de Móstoles.
A partir del puente el recorrido es el mismo que el de la ida. De Navalcarnero al puente se rueda en primer lugar por un pinar muy agradable y tras cruzar un arroyo por una pista con un par de subidas suaves y alguna bajada rápida.
Como veis la ruta no entraña ninguna dificultad y es ideal para épocas en las que la forma física no es precisamente brillante.
Es importante ir bien aprovisionado de agua. No obstante al cruzar la M-600 se pasa por una gasolinera donde pueden rellenarse los bidones si es necesario.
Toda buena ruta debe terminar con un refrigerio y en este caso un kiosco del parque con una buena terraza es el sitio perfecto.
Hola, me gustar´ia hacer alguna ruta con vosotros en alguna ocasi´on que cuadre bien.