Ciclismo de montaña por las Lagunas de Ruidera

Me estoy aficionando a llevar la bicicleta de viaje si veo que el destino y el plan previsto me permiten disfrutar de un rato de ciclismo de montaña. Tal fue el caso del pasado puente de Todos los Santos. Teníamos ganas de conocer las Lagunas de Ruidera y aprovechamos el festivo nacional para pasar unos días conociendo el parque natural y disfrutando de la naturaleza y de la gastronomía en familia. Y también del MTB por Las Lagunas de Ruidera.

El tiempo acompañabaEl tiempo acompañaba

 

Como además es tan fácil, gracias a plataformas como Wikiloc, encontrar recorridos que otros usuarios hayan compartido con anterioridad me fui con la ruta seleccionada y todo:

Disponible en Wikiloc

 

En mi caso, alojado en Ossa de Montiel (que por cierto es la casa de Berria Bike), comencé la ruta en el pueblo en vez de en las Lagunas en sentido anti-horario. Siendo circular, claro, lo mismo da que da lo mismo.

Perfil relativamente llanoPerfil relativamente llano

 

A mi me salieron casi 35 Km en vez de los 29 indicados por Wikiloc. Reconozco que me perdí alguna que otra vez. El desnivel acumulado en este caso es mínimo, pero la orografía del terreno permite a los amantes de las ascensiones darse muchas alegrías. Y como todo lo que sube al final baja, lo mismo aplica a aquellos a los que les gusta tirar para abajo.

Datos de la rutaDatos de la ruta

 

Alrededor del pueblo abundan las pistas y cuando comencé la ruta rodando por una superficie arcillosa me temí lo peor: atasco de barro en el paso de las ruedas por lo pegajoso del firme. Pero para mi sorpresa, todo lo contrario. Se rodaba de maravilla. Los días anteriores había llovido y había algunos charcos, pero en ningún tramo el terreno me jugó ninguna mala pasada.

Mira qué flipe de cielo matutinoMira qué flipe de cielo matutino

 

En este primer tramo se rueda generalmente entre encinas pasando junto a campos de labor en los que la llanura manchega se manifiesta con toda su enormidad. Es en estos tramos más desprovistos de vegetación donde el viento, sin llegar a ser frío aún en las primeras horas del día, me incomodó un poco. Una vez el sol hubo le hubo ganado la batalla a las nubes, el día se preparó perfecto para disfrutar de la ruta.

Panorámica molonaPanorámica molona

 

Tal vez por ser día laborable no me encontré con ningún alma en la primera parte del recorrido, desde el pueblo hasta las lagunas, hecho este que unido a que el track me llevaba por cañones algo cerrados me produjo algo de desazón… o respeto, qué leche, porque de haber tenido una avería o accidente veríamos cómo se plantearía el rescate. Me da por pensar estas cosas, qué le vamos a hacer.

¡Caminos cerrados!¡Caminos cerrados!

 

Tras un pronunciado descenso precedido por un bloqueo en el camino llegamos a las lagunas a la altura de la cola de la Laguna de la Colgada. La segunda parte del recorrido, según la distinción particular que he planteado en función de las diferencias paisajisticas, discurre por la carretera que bordea las lagunas hasta llegar al final de la Laguna de San Pedro.

Pequeñas cascadasPequeñas cascadas

 

Colores de otoño, caídas de agua y mucha tranquilidad aún a esa hora de la mañana me acompañan en mi recorrido. Hago una parada al ver a varios pescadores probando suerte y aprovecho para preguntarles. Me hago ilusiones cuando dos chavales jóvenes muy amablemente me enumeran la variedad de especies que habitan las aguas del parque. Pena de no haber tenido tiempo para dedicarme a tentar a los peces en este viaje… tal vez en el próximo.

PlataformasPlataformas de madera para observar las lagunas

 

Me llama mucho (y gratamente) la atención el equilibrio que percibo entre la permisividad para el disfrute de este espacio natural. Están permitidos los deportes acuáticos, el baño, la pesca, hay mucha oferta de ocio, etc.  Pero hay medidas de protección del entorno.

Hay zonas por las que por su alto valor ecológico o geológico no se puede ni caminar. No tengo criterio para saber si las restricciones son pocas. Desde luego, no me parecen muchas. Con el tiempo tendrán que ser más estrictas. Pero que se pretenda un modelo de ocio sostenible me parece un gran enfoque. Claro que, siendo este parque natural el motor económico de la comarca (y este es un dato que me acabo de sacar de la manga pero que no parece disparatado) junto a la estela del caballero de la triste figura, no puede ser de otra manera que se explote en la medida de lo posible.

Tal vez con cierto abuso en tiempos pretéritos (pero no tanto) como demuestran algunas construcciones de viviendas más propias de un mal barrio de cualquier ciudad que de un paraje tan impresionante como el que nos ocupa.

Pistas con muy buen rodarPistas con muy buen rodar

 

Y habiendo dejado esa reflexión de tres al cuarto termino esta entrada describiendo la tercera parte de la ruta. La que nos lleva de vuelta a Ossa de Montiel.

Siempre rodando por pistas anchas y con buen firme hacemos frente a un par de rampas que no suponen demasiada dificultad. El paisaje pierde en cierto modo interés: campos de labor: fincas particulares, un polígono industrial. Llegamos a lo alto de un cerro desde el que por primera vez se ven los tejados del pueblo desde nuestra partida. No merece la pena entrar a detallar este trayecto.

Este recorrido unido a la ruta de la senda del pie de enmedio de  6 Km que hicimos a pie y varios itinerarios en coche me han permitido hacerme una idea bastante precisa de lo que ofrece el parque y sus alrededores desde el punto de vista ciclístico. Merece mucho la pena si, como a mi, en entorno supone el mayor aliciente (con excepción de la compañía, claro) para salir al monte en bicicleta. No faltan las cuestas, las carreteras poco transitadas, los senderos y las pistas. Ni los bares donde tomarse una cervecita, claro.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Scroll al inicio