En esta nueva entrega de la serie de Ilustres perdedores me gustaría hablaros de Raúl, el mejor compinche. Pero reconozco que no sabría ni por dónde empezar. Raúl y yo más que mi amigos somos cómplices. Comenzamos juntos a trastear con la mecánica de la bici, a buscar piezas de segunda mano para mejorar este o aquel componente, a aprender sobre este deporte que tanto nos gusta a los dos.
Eso sí, Raúl me da ochenta vueltas tanto físicamente como en cuanto a técnica se refiere. No hay ruta por la Casa de Campo en la que perdone la bajada por la cuesta de la muerte y, en general, si hay una trazada complicada es la que él elige.
A la hora de subir siempre va en el grupo de cabeza, pero no sé deciros si suele llegar el primero a la cima porque como siempre llego el último no lo veo…
A Raúl le gusta la montaña y el deporte en general. Ha participado en muchas carreras populares y ha recorrido la sierra de Madrid y de León, de donde viene su familia. Lo que más le gusta, diría yo, son las rutas de varios días por etapas con amigos. Ha compartido varias con otros perdedores y seguro que en cuanto sus obligaciones se lo permitan volverá a hacerlo.
No hace mucho que Raúl ha empezado una ruta muy larga y algo dura, pero que seguro que cada pedalada le dará grandes satisfacciones. Y es que Jon, su primer hijo, es un perdedor nato como podéis ver en la foto. Dentro de poco quedaremos a las 10:00 en la puerta del Zoo de la Casa de Campo y aparecerán, como siempre por sorpresa y sin avisar, Raúl y Jon a darnos una paliza al resto. Otro miembro de la familia de Ilustres perdedores.