En esta entrada de Ilustres Perdedores vamos a hablar de uno de los más queridos y participativos Perdedores. Ya verás.
Si con alguien me gusta salir a montar en bicicleta es con Sergio (Lude) porque entendemos este deporte de la misma manera… Y a la vez de forma completamente diferente. Si bien yo soy mucho más tiquismiquis con el material y siempre ando mirando qué pieza cambiar para rebajar unos pocos gramos Sergio mantiene su bicicleta de serie, tal y como salió de la tienda, salvo por los cambios que haya tenido que hacer a causa del desgaste derivado del uso de los mismos.
Si bien yo soy, lo reconozco, un poco marquista, Sergio busca la funcionalidad en todas sus compras. Criterio mucho más acertado que el mío, lo reconozco.
Ahora bien, cuando nos dejamos de «ciclismo de tiendas» y salimos a montar de verdad, es el mejor compañero de ruta. Cuando hay que subir se sube y cuando hay que bajar se baja pero siempre con el propósito de disfrutar del recorrido sin importar lo que diga el cuentakilómetros, como a mi me gusta.
No verás en Wikiloc una ruta compartida por Sergio… Dudo que tenga usuario, de hecho. Aunque sí ha ideado buenos recorridos para rutas de varios días, que es una de sus grandes pasiones. Pocas veces le he visto más emocionado como cuando habla de las rutas de alforjas que ha hecho con otros perdedores por las provincias de Cuenca o Teruel.
Actualmente Sergio tiene asuntos mucho más importantes que atender y la frecuencia con la que coge la bicicleta ha disminuido considerablemente.
De hecho me sorprende que con lo poco que monta sea capaz de mantener el ritmo a base de pundonor. Seguiremos saliendo a hacer rutas por muchos años más. Yo habré cambiado de bici tres o cuatro veces en unos cuantos años y él mantendrá la suya aún con la reparación provisional del freno que tan buen resultado dio ¿Para qué poner un pasador en las pastillas de freno si la horquilla del pelo que pusimos para salir del paso funciona perfectamente?.
Pero lo que es seguro es que disfrutaremos de la ruta como nos gusta: rodando en paralelo siempre que el camino lo permita y charlando de nuestras cosas sin mirar el cuentakilómetros.