BiciCoa 2024

 

¡Madre mía, cómo

pasa el tiempo! Otro año me veo escribiendo la crónica de la reunión anual de Perdedores BTT. Y tú ahí, al otro lado, leyendo esto cómodamente en el váter. Pues no tengas prisa porque ya sabes que en estas entradas me recreo especialmente. Haz tú lo mismo. Vamos a repasar todo lo que aconteció en la BiciCoa 2024.

Pero, lo mismo que te digo una cosa te digo la otra, si eres más de ver que de leer te pego aquí el vídeo para que no tengas excusa y no puedas decir que no sabes cómo fue la BiciCoa.

 

Ahora sí, deja que te cuente con pelos y señales lo acontecido el pasado 25 de mayo de 2024 durante la novena edición de la BiciCoa, evento ya consolidado como tradición y que todos los participantes esperamos con ansia, sobre todo un servidor.

Cabe destacar que este año fue el primero que acudieron algunos (Javi) y que algunos otros no pudieron venir. Les echamos de menos, por supuesto, porque un Perdedor es de naturaleza sentimental y aunque le veas con una lata de Estrella Galicia en la mano y un montado de panceta en la otra disfrutando como un gorrino en una charca, en realidad está echando mucho de menos a sus colegas ausentes.

La cita era a las 9:30, como siempre, para tener tiempo de saludarnos como corresponde. Fuimos muy eficientes y a las 10:00 nos estábamos haciendo las ya típicas fotos previas a la salida.

Raúl es la primera vez que repetía bicicleta en sus nueve participaciones. ¿Habrá por fin encontrado su montura ideal? Tendremos que esperar hasta la celebración del año que viene para comprobarlo.

Raúl con su Trek EX

 

En el otro extremos tenemos a Sergio, que ha repetido sus nueve participaciones con la misma bici. Yo me atrevo a decir que será la última, pero sin apostarme nada porque como estadístico que soy te confirmo que hay elevadas probabilidades de perder la apuesta.

La bici más rentabilizada de la historia

 

El primo Christian vino en plan muy perdedor, habiendo montado en bici apenas un par de veces en los últimos tres meses. Pero como tiene cabeza, sabe regularse para terminar la ruta.

Christian que iba a comprarse una parcelita

 

Jesús sí que está a tope. Disfrutando de la bici como si tuviera 20 años. Menudas rutas le veo hacer en Strava.

Motor diesel

 

Pablo… volvió a montar en bici después de un año. Y, claro, el dolor de culo se le hace insoportable.

El día que Pablo coge la bici

 

Jaime está hecho una bestia parda, atreviéndose con retos bien gordos como la Madrid-Segovia en la que va a participar una semana después de la BiciCoa.

Jaime lleva kilómetros este año para dar y tomar

 

Javi, en su primera participación, se lo pasó teta. Tanto en la bici como en la mesa. Se volvió a Madrid rodando de todo el dulce que se comió.

La primera pero no la última

 

El Bombi es otro que está intratable aunque estrenaba GPS y por lo que fuera siempre se equivocaba de camino.

El Bombi, un uno fijo en la quiniela de la BiciCoa

 

Y un servidor, sobrecogido por el corazón que todos los participantes, ciclistas o no, grandes o pequeños, le ponen a este evento que ha ido mejorando año tras año pero manteniendo su esencia: bici, barbacoa, amigos, familia y risas.

Estoy metiendo barriga

 

Una vez concluida la sesión de fotos nos pusimos en marcha. Nueve éramos los aguerridos ciclistas para la novena edición de la BiciCoa.

Fotaza de portada de disco

 

El día amaneció soleado y sin viento. La temperatura era perfecta, no hacía ni frío ni calor. Otros años lo hemos pasado mal pero este año, que hemos elegido una fecha tempranera, parece que hemos acertado. Vamos todos vestidos de corto y nadie se queja ni de frío ni de calor.

La ruta, como vengo haciendo desde hace un par de años, no reviste dificultad alguna. Ni técnicamente ni físicamente.

Track disponible en Wikiloc

 

No se trata de pegarse la paliza del año, está claro, se trata de juntarse los amigos a disfrutar de una pedalada y una comilona/merendola/cena.

Cada año me resulta, lógicamente, más difícil diseñar el recorrido sin repetir caminos. A ver si me entiendes, hay algunos que por bonitos o divertidos repito sí o sí. Pero siempre me gusta llevar al grupo por algún sitio por le que no hayan ido. Y en esta edición ese requisito lo cumplí guiando al grupo por el «Camino de las Hilanderas», que va desde Navalperal de Pinares hasta Las Navas del Marqués un poquito más al norte que el camino que usamos habitualmente. También tiene, al principio, un par de cuestas que te calientan las piernas y que hay que tomarse con calma porque esto no ha hecho más que empezar.

Nada más comenzar, a subir cuestas

 

Una vez en Las Navas, atravesamos la dehesa boyal que hay al norte del pueblo disfrutando de los senderos y de la sombra de los robles. Pasamos junto a la fuente del Saúco y cambiamos el sentido de la marcha en dirección sur para atravesar el pueblo llegando hasta el polígono industrial El Brajero. Volvemos a pisar tierra por un camino que sale junto al punto limpio. Los que iban siguiendo el track que previamente un servidor había compartido se dieron cuenta de que yo, que iba en cabeza, había tomado una pista distinta. Efectivamente, pero no importa porque ambos caminos confluyen y tomando el que tomé nos quitamos desnivel. Además la ruta es mía y la cambio como a mí me de la gana. Cuando vosotros hagáis vuestras BiciCoas no seré yo el que os diga por qué camino tenemos que ir.

Pena que sea tan pequeña esta zona

Este camino que tomamos, primero baja, luego sube y luego baja rápidamente hasta el nivel de la M505. Fue divertido por la velocidad, porque técnicamente no tiene nada de nada.

Cruzamos la carretera y giramos a la derecha para poner rumbo de nuevo hacia las Navas del Marqués. Dejamos atrás el área recreativa «El Valladar» y comenzamos a subir por el sendero que pasa junto a la escultura de «El Pensador» y el disco de los dineros. La bajada desde El risco hasta la glorieta de entrada del pueblo es muy divertida, pero nos cruzamos con varios senderistas y, teniendo que guardar el debido respeto al resto de usuarios, no pudimos hacerla rápido del tirón como nos hubiera gustado.

La peor foto de la historia. No se nos ve la cara a ninguno

 

Uno de los senderos obligados en la BiciCoa es el que va desde la glorieta hasta la estación de tren. De los pocos senderos que hay por esta zona, la verdad. En esta ocasión estaba limpio de piñas y pudimos rodar deprisita para disfrute de todos. Yo iba hacia la mitad del grupo y reconozco que me costó seguir la rueda de los que iban delante mía. Aún cuando he recorrido ese sendero mil veces. Fíjate cómo iban los perdedores de emocionados.

Continuamos nuestro camino en dirección a la Ciudad Ducal. La anécdota graciosa de la jornada la protagonizó el primo Christian que, no estando muy fino de forma, sufrió un calambre en el gemelo de categoría incompatible con la verticalidad y cayó hacia la izquierda. El pasto, muy crecido, amortiguó la caída y salvo que se le agarrara una garrapata por estar tumbado en la hierba no sufrió daño alguno… más allá de la mofa de todos los presentes, que asumió con participación y buen humor como hace un Perdedor.

Momento de relax

 

Rodar por la Ciudad Ducal mola mucho porque la urbanización y sus casas molan mucho. Además se ve que han arreglado los caminos recientemente y no hay baches. Se podía ir deprisita. Bajamos hasta el embalse con intención de rodearlo y el Bombi, por lo que sea, se vuelve a saltar el sendero. Yo creo que lo mismo es que no sabe utilizar bien el GPS por ser nuevo (El GPS, el Bombi es de todo menos nuevo).

Pasamos por encima de la presa. Justo en un extremos de la misma hay que subir una cuestaza y los que no se lo sabían y no se anduvieron listos con el cambio tuvieron que echar pie a tierra. Continuamos rodando por el camino que va alrededor del embalse pausadamente, disfrutando de la vista. Es uno de los parajes más bonitos de los alrededores y, definitivamente, uno de mis sitios preferidos del mundo.

Subimos hasta el lago, mucho más pequeño y de carácter recreativo. Para eso tenemos que pasar por varios tornos que parecen los del metro con las bicis al hombro.

Presa del Lago de Ciudad Ducal

 

Venimos del punto más bajo de la ruta, el embalse, y toca seguir subiendo. Pero lo hacemos por pistas anchas y cómodas. Como suele pasar, se forman varios grupos y yo me quedo en el de los que van más despacio. Nos agrupamos de nuevo antes de cruzar de vuelta la M505, queda muy poquito para terminar. Apenas llegar hasta la primera cuesta que bajamos para hacerla en dirección contraria. Un último calentón y la ruta está lista.

Llegando de vuelta a la urbanización

 

El resto del día… ya os lo podéis imaginar. Habíamos preparado un montón de aperitivos para ir moviendo el bigote mientras se preparaban las brasas y podíamos poner a asar la carne. Los familiares y amigos que no iban a participar de la ruta en bici ya estaban todos allí y comenzamos una segunda ronda de abrazos, pero esta vez con una cerveza frío en la mano.

Los niños, en el parque

 

Como se nos había dado tan bien la ruta (se nota que no vino Miguel que suele retrasarnos con sus averías) comenzamos a preparar sobre las 13:00 y calculo que dejamos de comer sobre las 18:00. Primero los aperitivos, luego lo gordo, luego los postres… luego el café con un dulce, luego unas gominolas, los licores, luego había que merendar así que cayeron unos sándwiches… ya sabes. Y al final, para que los últimos en marchar se fueran ya cenados, sacamos unas tortillas que nos comimos con lo que había sobrado de carne de la barbacoa. Lo normal.

El obsequio de este año consistió en cervezas personalizadas

 

Y entre atracones, juegos, rifas y muchas risas pasamos el día. Otra BiciCoa que se nos va. Pero ya estoy con un ojo puesto en la de 2025, que es la décima, la buena. Anda que no se me ocurren cosas. ¡Espero contar con todos vosotros para celebrarlo juntos!

Me despido con los agradecimientos. Muchas gracias, claro está, a mi Lourditas, que sin ella no tiene ni gracia ni sentido. A mis cuñados, cuyo soporte logístico es fundamental y a todos los que os pegáis el madrugón con una sonrisa en la cara. Y a los que no habéis podido venir, haceos a la idea de que el año que viene voy a ir con un palo a buscaros.