Es muy frecuente preguntarse cuándo hay que cambiar la cadena de la bici. Se recomienda sustituir la cadena cada 3000 Km. Yo no lo hago, lo reconozco. Es más, no sabría deciros cuántos kilómetros llevan rodando las cadenas de mis bicicletas. Algunas superarán los 3000 con toda seguridad. Otras ni se acercarán.
Una cadena con el uso se estira y produce más rozamiento en platos y coronas provocando mayor desgaste y en consecuencia reduciendo su vida útil. A mí, que una pieza fabricada en acero se estirara por someterla a la fuerza de las piernas me parecía una exageración. Hasta que uno de nuestros perdedores, Pablo (El Bombi) nos envió esta foto. Y es que una imagen vale más que mil palabras.
En realidad no es que se estiren las placas de acero que forman la cadena. Lo que ocurre es que por desgaste se produce holgura en los bulones que unen las placas permitiendo que la cadena «gane» en longitud.
La cadena vieja es la de abajo y podéis ver la diferencia de longitud con 106 eslabones en comparación con una cadena a estrenar. Sin duda el Bombi tenía que haber cambiado la cadena hace muchas rutas. Se hubiera ahorrado tener que cambiar otras piezas de la transmisión. Mirad cómo se le han quedado las roldanas del cambio.
Existe una herramienta muy económica y sencilla de utilizar que nos dice si nuestra cadena debe ser sustituida.
Es muy fácil. Si somos capaces de meter las patillas de los extremos de la herramienta entre los eslabones de la cadena… ha llegado la hora de cambiarla.