¿Qué es el tubeless? Parece obvio para muchos pero seguro que hay ciclistas que se inician a los que vendrá bien esta entrada. Voy a tratar de explicar sin entrar en demasiados detalles técnicos en qué consiste un sistema tubeless y a mencionar sus ventajas sobre un sistema tradicional de cámara y cubierta.
En una segunda entrada el primo Christian entra en más detalles sobre un caso práctico. Ahí está el enlace para que le echéis un ojo.
«Tubeless» significa «sin cámara», así que ya podéis imaginar que un sistema tubeless se caracteriza por la ausencia de las históricas cámaras que tantas veces hemos reparado con parches con mayor o menor éxito. ¿Cómo hacemos entonces que no se escape el aire? Convirtiendo el conjunto llanta-cubierta en estanco mediante el uso de una llanta con determinadas características y una cubierta especial o de un líquido sellante.
Pero vamos por partes. En primer lugar necesitamos que el aire no se escape por los agujeros de los radios. Existen llantas tubeless que en su pared interior no tienen agujeros, están preparadas de fábrica para tubeless, pero si nuestras llantas tienen agujeros con un fondo de llanta específico podemos taparlos de manera que el aire no se escapará por ellos.
Las cámaras llevan incorporada su válvula pero como no vamos a usarlas… Necesitamos poder inflar la rueda, por eso tenemos que colocar una válvula especial. Perforando el fondo de llanta justo a la altura del orificio de la válvula colocaremos una válvula tubeless que se caracteriza por tener una cabeza de goma que al hacer presión mediante la tuerca contra la pared interna de la llanta evita que se escape el aire.
Teniendo ya listo el juego de llantas para soportar el sistema tubeless, vamos a hablar ahora de las cubiertas. En este contexto distinguimos tres tipos fundamentalmente.
Cubiertas tubeless: tienen un reborde específico, un labio que encaja en el perfil de la llanta de manera que una vez talonadas (explicaré este término más adelante) el aire no se escapa. Tienen además el flanco reforzado para poder llevar menor presión, lo que las hace más pesadas.
Cubiertas tubeless ready: por decirlo de alguna manera estas cubiertas estén a caballo entre las tradicionales y las tubeless. Pueden utilizarse en sistemas tubeless mediante el uso de un liquido sellante que se encargue de taponar las posibles fugas de aire.
Cubiertas tradicionales: en ocasiones también hemos «tubelizado» cubiertas tradicionales. La desventaja es que la estanqueidad del sistema es precaria y no se pueden utilizar con bajas presiones por peligro de destalonamiento (también explicaré este concepto más adelante).
Para colocar una cubierta en una llanta tubeless (o tubelizada) y que no se escape el aire, esta debe talonarse. Esto es, los labios de los bordes de la cubierta deben encajar con firmeza en los «raíles» que tiene la llanta a tal efecto en su interior. Para ello se recomienda usar agua con jabón en el flanco de la cubierta, lo que facilita la tarea, y aire a mucha presión para que en poco tiempo se expanda. Cuando la cubierta talona oímos un inconfundible y fuerte «clac». No temamos, no hemos roto nada.
Para talonar una cubierta se puede utilizar una buena bomba de taller (y bombear con fuerza y rapidez), un compresor de aire o herramientas específicas.
Este talonador de Schwalbe, por ejemplo, está preparado para guardar aire a presión (que introducimos con una bomba tradicional) para luego, conectado a la válvula tubeless, liberarlo de golpe dentro de la rueda que queremos talonar. Hay sustitutos caseros, ya que el principio es sencillo. La gente suele fabricarlos con extintores o con botellas de refresco, pero recordemos que trabajar con aire a mucha presión puede ser peligroso.
Usando tubeless existe el riesgo de destalonar, con el consiguiente riesgo para la integridad de nuestros dientes. Cuando forzamos mucho (mucho) en una curva, la llanta no es capaz de sujetar la cubierta y esta se sale de su sitio. Muy raro sería no terminar en el suelo cuando esto sucede.
Y para terminar, hablaremos de la parte engorrosa del tubeless: el líquido sellante.
Las ventajas de un sistema tubeless son principalmente dos: la posibilidad de llevar menos presión en las ruedas, mejorando la tracción gracias a que los flancos de los neumáticos tubeless están reforzados y la protección contra pinchazos si usamos líquido sellante.
El sellador va «suelto» entre la cubierta y la llanta. Podemos introducirlo por el propio flanco antes de talonar, si estamos montando el sistema por primera vez, o desmontando el obús de la válvula e inyectándolo si acaso estamos «reponiendo» líquido, tarea que conviene ejecutar al menos una vez al año ya que el líquido a la larga se seca dejando de protegernos ante los pinchazos.
Estos líquidos a base de látex consiguen sellar los pequeños agujeros que perforan nuestros neumáticos y que antes de llevar tubeless nos hacían parar para reparar o sustituir la cámara. Hoy en día ni nos enteramos de haber pinchado a no ser que revisemos la cubierta. Veremos manchitas de líquido sellante allá donde el mismo ha hecho su trabajo obturando perforaciones. El mejor ejemplo nos lo trae el primo Christian, que nos enseña en primera persona cómo el líquido de su rueda sella el agujero causado por un abrojo.
¿Pero qué hacemos si el agujero es tan grande que el líquido no es capaz de sellarlo? Conviene llevar entre el juego de herramientas un juego de mechas. Con ellas podremos reparar agujeros más grandes. Y nunca está de más llevar una cámara de toda la vida para ponerla en sustitución del tubeless en situaciones como, por ejemplo, haber rajado la cubierta. Desentalonar la cubierta será pringoso y acabaremos llenos de líquido sellante, pero podremos seguir nuestra ruta.
Podríamos hablar mucho más sobre tubeless. Explicar mil trucos y situaciones que hemos resuelto con este u este otro método pero solo pretendía con esta entrada proporcionar información de primer nivel para aquellos ciclistas que no sepan nada de ruedas tubeless. Espero haberlo conseguido.